lunes, 9 de junio de 2008

Karen



Sabe que no se lo debería tragar, pero es que le gusta. Acaban y él le dice: «Oye, ¿no es peligroso?». Ella le dice que no tanto, que peor es juguetear con él… que si lo escupes, que si no... Ya le ha pasado antes; al principio el riesgo les da igual, pero una vez hecho, entonces sí; entonces ya no quieren estar con alguien así, entonces quieren a la que no hace eso. Ella se siente mal, porque le gusta el chico; le acaba de conocer pero le gusta tanto que le duele. Pero sabe que son dos mundos incompatibles. O tragas o enamoras. Así que opta por tragar. No debiera, pero es lo que hay.

No hay comentarios: